Mi experiencia con los duendes en Ocumal, Amazonas

Mi experiencia con los duendes en Ocumal, Amazonas

Una pequeña introducción 

En la provincia de Luya, hay un distrito llamado Ocumal, según las creencias de los pobladores existen los duendes.
Estos duendes son entes que se convierten en personas reales pero con una diferencia, les falta un pie; al faltarles un pie se los puede identificar rápidamente cuando caminan, ellos lo hacen cojeando.

Y, ¿Porque se convierten en personas?

 Lo hacen para engañar a las personas y llevarlos hasta su escondite, pues no se desconoce que hacen con las víctimas engañadas.

¿Regresan con vida?

Hay dos posibilidades, una es que si los familiares o pobladores salen en busca de la víctima puede que los encuentren en cuevas o colgados con bejucos(Tallo largo, fuerte y delgado que se desprende de algunas plantas tropicales) en peñas altas; la otra es que jamás los vuelvan a encontrar y se los hayan llevado para siempre. 

¿Qué hacen con las víctimas?

No saben exactamente que pasa con las personas engañadas, pero si algo saben es que obligan a sus victimas a hacer actividades forzosas y por un largo tiempo, trayendo consigo deshidratación, cansancio, etc.

Ahora viene la experiencia

Nos encontrábamos en el caserío de Congón desayunando porque nos esperaba un largo día de caminata; partimos hacia el caserío de Nuevo Ocumal para inventariar dos recursos del lugar.
Camino a la montaña
Para partir hacia el recurso necesitábamos la presencia de una persona mayor que conozca el lugar, pero todos estaban en la chamba, la cosecha de café; una señora muy amable nos dijo que su hijo nos podría acompañar. 
ya en compañía con el joven estudiante llegamos a los recursos, una vez inventariados teníamos que regresar, pues teníamos que ir a otro caserío. 
Al bajar y casi llegando al caserío me aparté de mis compañeras quedándome sólo, caminaba tranquilo hasta que llegué a un cruce de dos caminos, uno iba nuevamente hacia la montaña y el otro hacía el caserío; de manera inexplicable veo a mi compañera que se había adelantado con otras chicas, ella me llamaba diciendo ¡Yair ven! ¡Ven Yair! ¡Ven! , ya yo confundido pensé que se había perdido, yo caminaba como hipnotizado hacia ella, de un momento a otro recuerdo que ese no era el camino de vuelta y me parecía raro que esté sola, pues bajé corriendo por el otro camino y al llegar a una colina puedo observar a mis compañeras llegando a la casa del joven y entre ellas se encontraba la que supuesta mente me llamaba. Ya con temor por los que había pasado decido mirar hacia atrás para ver quien me había llamado, fue grande mi sorpresa al no ver a nadie, asustado doy la vuelta para seguir mi camino, de pronto al dar paso hacia adelante escucho una risa extraña, yo con miedo bajo corriendo y cuento a los pobladores. 
Ellos me miran de manera extraña y me dicen: "La duenda te quiso llevar", en ese momento  quedé sorprendido porque el día anterior nos habían contado una historia similar.

Foto antes de llegar al cruce de caminos
Partimos hacia el otro caserío para inventariar otro recurso, subiendo nuevamente a la montaña me quedé atrás con una compañera cansada por las caminatas, delante de nosotros estaba otra compañera que decidió avanzar unos pasos, nosotros nos quedamos a descansar un momento para continuar. En ese lugar había dos caminos, uno iba hacia la izquierda y el otro era una subida, nuestra compañera volteó hacia la izquierda, ya nosotros al recuperar algo de fuerzas avanzamos y vamos por el camino de la izquierda pero algo no estaba bien, al caminar no había rastros de personas que hayan pasado y la única huella que podía ver era una muy pequeña que parecía de un niño, caminamos una cinco minutos y empece a escuchar la risa que horas antes había escuchado, nuevamente tuve temor y decidimos caminar un poco mas, la risa se escuchaba cerca y según la creencia es que si el sonido se escucha cerca es que el ente esta lejos, pero si se escucha lejos es porque el esta cerca; ya al no ver ninguna señal de nadie decidimos regresar al camino, caminando el sonido se empezaba a alejar, yo con miedo por lo que me habían dicho los pobladores caminaba con temor desconfiado de todo. 
La última compañera
De pronto el señor que nos había  acompañado bajó a buscarnos silbando fuerte que el sonido que había estado escuchando silenció. Regresamos al camino y decidimos regresar al caserío por lo ocurrido. 
Cabe resaltar que antes de ir a la montaña nos dieron coca para las fuerzas, yo hice mi bolo y lo tuve casi todo el recorrido, pues quizá fue mi defensa. 
Ésta es una de las mas grandes experiencias que me llevo, nunca olvidaré este hecho. 

1 comentario:

  1. Wow interesante historia.. aunque se puede observar que eres una persona sin experiencia para andar por bosques y selvas..una persona experimentadas, jamás se separaría de su grupo porque sabe a que se atiene. Ahi Está el porque este tipo de experiencia le ocurren a los novatos o personas con poca experiencia.

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